miércoles, 7 de enero de 2009

Entre cholos y montuvios...(un día que 'La Capira' subío a la A)



¡Oe, pelo del culo mal lavado! fue lo primero que escuché apenas pisé la general sur del estadio Reales Tamarindos de Portoviejo, el “saludo” salía del vendedor de guatita que se encontraba en la parte inferior del graderío, en su puesto designado junto a los otros vendedores de comida express, pero no me percaté para quién iba dirigida aquella expresiva salutación, aunque ahí uno nunca sabe, pudo haber sido para cualquiera.

Era la primera vez que asistía al estadio de mi ciudad, jamás se me había dado por ir a ver jugar al equipo ídolo de Manabí, aunque me gustaba seguirle el paso en la prensa. Fui con un amigo, él en cambio, es un afanado con la Liga de Portoviejo, tanto así que fuimos con casi dos horas de anticipación. Mientras caminábamos hacia el estadio nos hacíamos con una bandera blanca y sobreimpresa en ella el escudo de Liga, mi amigo la pagó a 3 dólares y regateando, yo por mi lado compré un cintillo del equipo, tenía que llevar puesto algo de Liga, no quería aparentar ser un mal aficionado, además era lo único que estaba asequible a mi bolsillo. Las tres primeras filas de arriba de todo el estadio estaban casi copadas, nos ubicamos en la quinta grada de arriba hacia abajo de la general sur, detrás del arco de esa dirección, un excelente lugar según mi amigo, nos sentamos dejando espacios, teníamos que reservar un puesto para su hermano, que venía después de dejar su guardia en el hospital.

La gente llegaba de a poco y de a mucho, mientras esperábamos, nos deleitamos con el partido preliminar de la sub 19, recordando junto con mi compañero que muchos de esos juveniles de Liga estudiaron en el mismo colegio que nosotros. Mira ese es Chefle, ¿el 7? Sí ese mismo. ¿Y el 15 no fue el que lo expulsaron en quinto curso por el relajo con Gabriela? No, ese es el hermano. En fin.

El primer tiempo culminó. Después de 45 minutos llegaría el plato fuerte de la noche. La ansiedad era calmada con comida, el vendedor de guatita ya había terminado su primera tandada, aproximadamente una olla grande como para satisfacer a los invitados a un matrimonio de alguien muy conocido, la rellenó vaciando un par de tachos sobre la olla. La barra ‘Currincho Sport’ que se encontraba a la izquierda de nosotros ya empezaba a hacer menos bulla de la que habían hecho desde que llegamos, ‘Currincho Sport es una pequeña barra amante de Liga (así como del currincho) conformada por hombres de entre 25 a 45 años provenientes de ciudadelas como la Vicente Vélez y El Florón (dícese lugares marginales). A mi derecha había un espacio considerable, ahí en poquísimos minutos se ubicaría como de costumbre la barra brava de Liga de Portoviejo, ‘La Mafia Verde’.Llegaron de golpe, con sus bombos y banderas, gritando y gritando. Se instalaron inmediatamente cual funcionario público recién elegido, todos jóvenes, muchos de ellos eran conocidos míos, vecinos y ex compañeros de clases, sus gritos se propagaban hacia todos, el ambiente ya era de fiesta. 2 a 0 caía Liga sub 19, cada vez había menos butacas vacías, las banderas de la Mafia Verde estaban colocadas en las mallas y en la parte más alta de las gradas, la gente gritó gol, los juveniles habían descontado, todos alentábamos a los muchachos pero el tiempo se pasó y no pudieron irse con un empate.

Ahora sí, el plato fuerte de la noche se acercaba, y no era la guatita que cada vez había menos, tampoco el corviche con ají que acababa de consumir, ni los pastelillos “calientes” (desde el día anterior), sino el partido clave, que aseguraría al primer clasificado a la serie de privilegio del fútbol ecuatoriano, Liga Deportiva Universitaria de Portoviejo vs. Manta Fútbol Club, un verdadero clásico manabita.

Los árbitros ya se encontraban en la cancha, revisando que todo esté en las condiciones correctas, mientras uno de ellos examinaba la malla del arco cerca de la general sur, uno de los Currinchos le sugería “¡llévatela para que le hagas una hamaca a la puta e tu madre!”, no sé si habrá escuchado, peor si la madre de aquel tenía esa reputación, pero de todas formas no siguió el “consejo”.

Al son del Senderito del alma: Vamos/ vamos vamos capira/ que yo/ quiero verte campeón/ por ti/ yo daría la vida/ por noventa minutos/ pero de corazón. Cantaba la Mafia Verde a ritmo de cumbia y murga, a la segunda vez que repetían el canto yo ya lo había aprendido. La Mafia no dejaba de alentar, las olas ya habían recorrido varias veces las 22.000 personas en el estadio, y justo cuando la barra pedía ¡que se paren los de Liga! saltó uno de los equipos a la cancha, como el primero que se lanzó al ruedo era de camisa blanca todos nosotros empezamos a gritar más, los juegos artificiales se encendieron, los rollos de papel viajaban de las gradas a la cancha, humo verde que salía de un extinguidor de CO2 alterado rodeaba la general, gritos de ¡vamos Liga, Liga, Liga!, salían de la boca de todos, y oh sorpresa nuestra. El equipo en la cancha era el Manta F.C., que había salido con camisetas blancas sobre su uniforme oficial. Nos llenamos de coraje, luego salió La Capira, la gente gritó, pero ya no era lo mismo, el rival se nos había llevado el encanto inicial, razón por la cual empezaron los epítetos localistas que nos caracterizan. Portovejenses = Montuvios. Mantenses = Cholos. Así lo determina nuestra estirpe ancestral. Y como nos encontrábamos en un lugar donde las glamourosidades y formalidades se pierden y los recatados no caben, era de lo más normal gritar ¡Cholos hijueputa! y hasta con ritmo: Es para vos/ es para vos/ cholo hijueputa/ la puta que te parió/(bis). En ese momento mientras coreaba el canto, la euforia me hizo olvidar que tengo hermanos nacidos en Manta, que viví parte de mi infancia junto a cholos, que estudio en la ciudad-puerto y más aún que son mis vecinos, so pena de aquello, estaba en el estadio.

El hermano de mi amigo había llegado junto con un colega, hubo que hacer otra vez el espacio que habíamos perdido, apretujados teníamos nuestro lugar, mientras nos contaban que tuvieron que dejar botada a una paciente muy enferma para estar a tiempo en el estadio, el árbitro había dado inicio al partido.

El estadio estaba de pie, y cuando ni si quiera se cumplía el minuto de juego llegó la mayor alegría del futbol, el número 15 de Liga recibía un pase de taco en el área contraria y con un fuerte remate anotó el gol. Grité como jamás lo había hecho en mi montuvia vida, más que cuando la Selección de Ecuador clasificó a dos mundiales, lo mismo mi amigo, el hermano, el colega doctor, los Currinchos, la Mafia, todo el estadio y la gente que en sus casas seguía el partido con su radio pegada al oído. Con ese gol volvíamos a estar en la serie A de nuestro fútbol.

Luego del gol, el primer tiempo culminó sin novedad. En el descanso otra vez se saciaba la ansiedad con comida, el vendedor de guatita ya había terminado toda su producción. ¡Liga a la A! ¡Liga a la A! era mezclado con los otros cantos tomados de otras barras de equipos costeños como ‘La boca del Pozo’ y la ‘Sur Oscura’ pero adaptadas a nuestro realidad futbolera.

El tiempo complementario se vivió con intensidad mientras platos de comida caían en la cara de los aficionados, lanzados seguramente por personas que, motivo de la emoción o por costumbre perdieren su juicio al doble, los reclamos de los afectados no servían para nada, el agua que desde el inicio nos caía de pronto se convirtió en meado. El olor era potente, como conclusión uno de los doctores prescribió, que de quien provenía la micción debía tener alguna infección en la vejiga. Pero eso ya no importaba, faltaban 2 minutos y La Capira saldría triunfador.

Justamente en ese momento pasó lo más emocionante. Manta F.C. se había lanzado con todo, jugaban en nuestra área, se produjeron algunos cabezazos en los cinco cincuenta y el último iba dirigido al arco salvaguardado por el arquero liguista, en dirección a la parte inferior izquierda del arco, mientras los de Liga reclamaban posición adelantada, el arquero se lanzó, alcanza a tocar el balón con su brazo izquierdo todo estirado, la bola hace una pirueta rara, el balón está en la línea, el arquero trata otra vez de alcanzarlo y de pronto todo funde a negro.

El desconcierto era total, nadie sabía lo que había pasado, excepto que luz no había. Luego, cual concierto de artista novelerorromanticón, los aficionados alzamos nuestro celular encendido, miles de luces se movían en los graderíos del estadio, mientras al unísono coreábamos Liga a la A, Liga Campeón! y alguna que otra referencia al querido equipo contrario.

La oscuridad demoró algo más de media hora, precisando que se debió a un apagón general ocurrido por un desmán proveniente de una de las centrales eléctricas de algún lugar, además para alivio nuestro, el juez de línea ya había levantado la banderola. La calma había regresado, pero los del Manta no querían volver a la cancha, para ellos alguien en los controles de luces se la había pasado todo el partido con la mano en los interruptores esperando el momento indicado, para cuando estuviéramos en aprietos bajarlos y oscurecernos a todos.

Al final tuvieron que reanudar el partido, yo en ese momento casi había perdido la voz. Los escasos minutos pasaron lentamente, pero pasaron. Liga salió triunfante, con sus dos pies en la primera categoría y un pueblo saltando con algarabía y felicidad. Dieron la vuelta olímpica, las malas palabras ahora eran buenas ¡clasificamos chucha!, ¡ganamos hijueputa!.

Después de estar 5 horas en ese lugar salí con la satisfacción de una experiencia única, con la garganta molida y la esperanza de alguna vez regresar, sin saber que al día siguiente tenía que volver a convivir con mis hermanos cholos.

4 comentarios:

Andres Loor dijo...

Basta! colega! te pasaste!! buen articulo!! y pues vamos mi CAPIRA!!!! a hacer historia en la A.....

Anónimo dijo...

ay q lindooo
la verdad q ya escribi mi comentario con toda la emocion pero esta cosa como la M no m la acepto


n fin!!!
m nknto el articulo senti la emocion del partido
jejeje
m dieron ganas d ir a experimentar todo el relajo
porq yo no he ido a un partido asi jejejeje
asi q ya saben la proxima m avisan
jeje


y bueh! como se m fue la inspiracion y sin mas q decir!!!
andres t quiero con todo mi corazon!!!!!!!
y a fido y farfan tambien XD
muuaaaaaack!!!!

Anónimo dijo...

Hola que tal excelente el articulo, mil felicitaciones, quisiera q me otorgue una autorizacione para publicarlo en la pagina web de los hinchas www.laligadeportoviejo.com , seria como recordar ese dia. mi msn es guidomendoza89@hotmail.com

Anónimo dijo...

hola que tal saludos para todo esos afisionados deL IDOLO de Manabi que es LIGA DE PORTOVIEJO, fue una experiencia muy bonita por que lo segui al equipo en las buenas y en la malas y lo sigo haciendo, yo soy el que esta subido en las mayas con micamisa verde y blanco esperando la hora en que salga el equipo de mis AMORES y tirar el humo que pone en alegria aq todos nosotros VAMOS LIGA QUE LA A NOS ESPERA "DALE LA U" MAFIA VERDE Y JUAN CAMANEY AL MANDO DE MANABI................

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